martes, 6 de diciembre de 2011

Una vuelta al Mont Blanc


Macizo del Mont Blanc
Mont Blanc y glaciar des Bossons
Nos vamos a hacer un “poco” de deporte. Vamos a subir al Mont Blanc. Recorreremos el macizo más alto de Europa occidental, culminado por una mole de hielo de más de 4800 metros de altitud. Subiremos y bajaremos glaciares, ascenderemos picos de más de cuatro mil metros, dormiremos en una tienda de campaña a más de 4300 metros de altitud y sentiremos el mal de altura.

Mont Blanc
La ruta que os voy a narrar es la que se conoce como la ruta de los cuatromiles, ya que hay que superar dos montañas de más de cuatro mil metros antes de subir al Mont Blanc. El descenso sin embargo lo haremos por el glaciar des Bossons, hacia el otro lado, por el refugio de Les Grands Mulets. En total dos días y medio en la montaña, más de la mitad por encima de los cuatro mil metros y un recorrido por toda la vertiente francesa del macizo.

Mont Blanc y glaciar des Bossons
Lo primero que hay que hacer cuando se llega a Chamonix es instalarse en alguno de sus campings con vistas al Mont Blanc. Después, dependiendo del tiempo, tanto meteorológico como del otro, se pueden hacer varias cosas. Se puede uno enterar de los horarios y precios de los teleféricos. Muy caros, pero recomendables, aunque solo sea de turismo, todos ofrecen unas vistas maravillosas. Desde las laderas al norte de Chamonix hay unos paisajes espectaculares de todo el macizo.

Mont Blanc du Tacul y Mont Blanc
Tras pasar la noche en el camping toca madrugar para coger el teleférico. Hay que recoger la tienda y preparar la mochila con todo el material. No es una ruta complicada desde el punto de vista técnico. Pero la travesía glaciar, algún collado exigente, la duración de la ruta (comida) y el dormir en la tienda nos hace llevar mucho peso a la espalda. Bueno, el teleférico nos deja en la Aiguille du Midi a 3800 metros, ante un espectáculo impresionante. La sensación de altitud se deja notar. Tras hacer las fotos de rigor, muchas, al Mont Blanc, a las Grandes Jorasses y la Aiguille Verte, nos ponemos el material y nos dirigimos a la salida de la estación de teleférico.
                    
                         Arista de Aiguille du Midi y Jorasses
Aiguille Verte y los Droites

Arista de Aiguille du Midi
El material necesario para la progresión por glaciar es: buenas botas, guetres, crampones, piolet, arneses y cuerdas. Hay que ir encordados unos a otros por si se pisa una grieta que los compañeros puedan sujetarte. En este caso formamos una cordada de tres personas: Vicente, Roberto y yo. Pues, ya estamos listos para empezar.

Subida al Mont Blanc du Tacul
Salimos descendiendo por una vertiginosa y estrecha arista hacia el “plateau” bajo la Aiguille du Midi. Frente a nosotros se alza majestuosa la cara norte de las Grandes Jorasses, un mito del alpinismo. Avanzando por el glaciar subimos el primer cuatromil, el Mont Blanc du Tacul. En realidad no es necesario pasar por su cima, sino un poco más abajo a unos 4200 metros. Se trata de una ladera donde los bloques de hielo se yerguen y hay que rodearlos. Las vistas desde arriba son alucinantes: detrás de nosotros la Aiguiile Verte, la Aiguille du Midi (teleférico) y los glaciares. Delante, lo que nos queda, el Mont Maduit.
                    
                           Aiguille du Midi
Aiguille Verte y los Droites

Mont Maduit
Descendemos un poco y llegamos al pie del muro de hielo que es esta cara del Mont Maduit. La parte de arriba, llegando al collado es muy empinada, vamos bastante cansados y pongo un tornillo para asegurar a mis compañeros. Estamos a unos 4400 metros, ya se está haciendo tarde y, como teníamos pensado, descendemos al col de la Brenva (4300 metros). Ponemos la tienda y nos disponemos a derretir nieve para llenar las cantimploras, preparar la cena y a dormir. Vicente siente malestar por el mal de altura.

Cima del Mont Blanc
Cima del Mont Blanc
 A la mañana siguiente, tras una noche fría, las cantimploras dentro de la tienda estaban congeladas, recogemos y nos ponemos en marcha. El mal de altura se deja notar, pequeños mareos. Pero a Roberto le afecta bastante más y le hace ir muy lento. Son 500 metros lo que nos separan de la cumbre del Mont Blanc pero se hacen muy duras por el frio y el viento y los problemas de Roberto. Cuando llegamos a la cima el paisaje y la alegría son enormes, fotos y mas fotos. Se ve casi toda la cordillera, el Monte Rosa y el Cervino.

Mont Blanc
El descenso lo hacemos por la arista de las Bosses, muy estrecha y concurrida, un poco peligrosa. Tras una larga bajada junto al glaciar des Bossons llegamos al refugio de Grands Mullets. Aquí pasaremos la segunda noche.

Glaciar des Bossons
El último día nos ocupará solo la mañana. Tenemos que atravesar el glaciar, evitando las grietas y los bloques rotos hasta llegar a la estación intermedia del teleférico. Pasar por un glaciar con grietas y muy roto es bastante peligroso. Yo metí una pierna en una hasta la cintura, sin más problemas que el susto. La parte final hasta el teleférico es lo más pesado y aburrido.
               
               Mont Blanc
Mont BLanc y glaciar des Bossons
Fueron dos días y medio magníficos en todo. No es un viaje recomendable para todos, pero espero que os guste. Y siempre se puede subir en teleférico.

1 comentario:

  1. ¡Que increible, menudos valientes!.Raul eres una caja de sorpresas y me das una envidia..... ¿Cuándo fue ésto, este año?. Esta aventura son palabras mayores, se ven zonas muy peligrosas. ¿Cuantos fuisteis y quién guiaba?.
    Me ha encantado la narración de la aventura junto con las imágenes que son espectaculares, da una sensación de libertad increible pero ni punto de comparación con vuestra experiencia que debe haber sido de gran plenitud.

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