sábado, 18 de febrero de 2012

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido


Valle de Ordesa

Valle de Ordesa
En esta ocasión vamos a disfrutar de un poco de aventura. Vamos a recorrer una gran parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Una pequeña aventura de cuatro días, disfrutando del maravilloso paisaje, la naturaleza y la alta montaña. Os propongo me sigáis y descubráis, aunque sea una parte, de este pedazo de los Pirineos.


Crías de marmota
La ruta que voy a narrar es una de las varias que he hecho dentro de este parque nacional, concretamente en junio de 2011. No es una ruta de exigencia técnica pero si de exigencia física. Como vamos a estar cuatro días en la montaña tenemos que preparar una mochila con todo lo necesario: tienda, saco de dormir, comida, ropa de abrigo, piolet y crampones, etc… Esto significa mucho peso a la espalda y acarrearlo durante muchas horas cada jornada. Si a esto le añadimos los desniveles que superaremos, tenemos por delante duros días de esfuerzo.

                            
                                   EL Gallinero
Faja de Pelay









Como compañero de expedición viene mi hermano. Empezamos en la localidad oscense de Torla, justo a las puertas del valle de Ordesa. Cogemos un autobús que nos deja en la explanada de Ordesa (en verano no se puede acceder en vehículo propio). A partir de aquí comenzamos a andar.

Tozal del Mallo
Justo detrás de nosotros se yergue el Tozal del Mallo, una imponente pared, que atrae a los más experimentados escaladores. Los primeros kilómetros son muy cómodos, apenas hay desniveles fuertes y una amplia pista para caminar. Estamos dentro de un bosque mixto, con coníferas, hayas y otros árboles. Hay sensación de frescor. En algún recodo se aprecia el paisaje, el valle, el Gallinero y llegamos a las cascadas de la Cueva y del Estrecho.



Cañón de Ordesa

Hayedo
Ahora nos introducimos en el hayedo, el desnivel aumenta. Cuando salimos del bosque se aprecia la altura de este valle glaciar y sus paredes verticales. Todo un espectáculo. Poco después llegamos a las Gradas de Soaso. Se trata de una sucesión de pequeñas cascadas; un lugar magnifico para un pequeño descanso. Una vez superadas se puede ver el final del valle y sobre él, las enormes moles del Monte Perdido (el tercer pico más alto de la cordillera) y el Sum de Ramond. Y justo al fondo, en la parte izquierda según se sube, la famosa cascada Cola de Caballo.

Gradas de Soaso
Valle de Ordesa desde Gradas de Soaso
El objetivo de este primer es llegar al refugio de Goriz, nos queda algo más de una hora. Primero hay que superar una pared rocosa ayudándonos de unas cadenas (un atajo). Desde arriba las vistas del valle de Ordesa son muy bonitas. Cuando llegamos al refugio decidimos afortunadamente dormir en él. Porque al poco de llegar se desencadeno una enorme tormenta de granizo que inundo todas las tiendas de alrededor, y después de más de seis horas de caminata no era lo mejor dormir mojado.

          
            Monte Perdido y Sum de Ramond

Cañón de Ordesa

Ordesa
Crías de Marmota
La intención del segundo día era subir el Monte Perdido, pero las previsiones meteorológicas y la niebla nos hicieron desistir del intento. No madrugamos en exceso y después de desayunar y recoger el macuto nos pusimos en marcha hacia la Gruta de Casterets. Teníamos el margen de tiempo justo para llegar sin mojarnos. Y no falló. Cuando llegábamos a la boca de la cueva se puso a llover y estuvo hasta la tarde. Así que secos pero con frio, nos dispusimos a pasar el resto del día, y la noche, en la entrada de la gruta, y plantamos la tienda. Un día aburrido, pero pudimos ver marmotas, sus crías, algún buitre y el paisaje desde la cueva con la Brecha de Rolando enfrente (y al otro lado Francia). Por cierto, la gruta es famosa por estar helada, tiene columnas, estalagmitas y estalactitas de hielo, pero en esta ocasión estaba en muy mal estado y no quedaba prácticamente nada. ¡Una pena!
                      
                             Cría de marmota
Buitre leonado


Brecha de Roland y Taillón desde la Gruta de Casterets

Macizo del Monte Perdido desde la cima de La Torre
El tercer día se esperaba con muy buen tiempo y muy duro para nosotros. Madrugamos un poco, desayuno y recoger todo. Y nos disponemos a una jornada donde vamos a ascender cuatro montañas de más de tres mil metros. El primero está a la espalda de la cueva. Es la Torre de Marboré (3012 m), no tiene mucha dificultad, una rampa de nieve algo inclinada y una pequeña trepada. Las vistas sobre el circo de Gavarnie (Francia) y de su cascada, la más alta de Europa, del macizo del Monte Perdido al este, y al oeste el Taillón (nuestro siguiente objetivo) y más allá el macizo del Vignemale son inmejorables.




Yendo hacia la Brecha



Brecha de Rolando

Casco y Gruta de Casterets

Macizo del Monte Perdido
desde Taillón
Descendemos y nos dirigimos a la Brecha de Rolando. Impresionante corte de más de 150 metros en la roca que sirve de paso fronterizo a más de 2800 metros de altitud. Después de descansar unos minutos continuamos por el lado español hacia el Taillón. Es una montaña fácil, que se asciende caminando, el sendero está muy marcado y pasa junto al Dedo o Falsa Brecha y que llega hasta la cima a 3144 metros. Las vistas panorámicas son excelentes, se ve el camino que hemos hecho en todo el día desde la gruta, Monte Perdido, Vignemale y Neouville. Nos encontramos con dos problemas, primero el cansancio de horas de caminatas con mucho peso, y el segundo más grave, nos quedamos sin agua.



Los Gabietos desde Taillón


Taillón desde Gabietos

Macizo del Vignamale desde Gabieto Or.
El descenso lo hacemos por la arista suroeste y bajamos hasta el cuello de Gabietos, se trata de un collado entre el Taillón y los Gabietos. Son nuestro último objetivo, se trata de dos cimas gemelas de 3031 m y 3034 m. No hay un camino especialmente marcado, se tiene que seguir la arista hasta la primera cima utilizando las manos para trepar. Para llegar a la segunda se desciende unos metros y se va trepando por la ladera hasta coger los últimos metros de arista. Volvemos al collado y descendemos. ¡Ya no tenemos nada de agua!




Sarrio



Sarrio

Sarrio

Gabietos
El descenso es largo y se hace agotador. Por fin encontramos un riachuelo y podemos coger agua. Y decidimos acampar en una tranquila explanada cubierta de pastos y con el riachuelo al lado. Precioso y solitario lugar poco frecuentado, ya que se encuentra fuera de las rutas principales del Parque Nacional. Mientras metemos los pies en el rio, descansamos, hacemos fotos de los edelweiss, se nos acercan tímidos sarrios, jamás los había tenido tan cerca, suelen ser huidizos. Pero esta vez les pudo la curiosidad y se acercaron mucho.
                    
                    Edelweiss
Edelweiss

Circo de Carriata
El cuarto y último día lo utilizamos para descender hasta el parking de Ordesa. Lo que nos queda es todo bajada, muy larga y muy pronunciada, con algún destrepe. Tenemos que descender el Circo de Carriata, de paredes verticales altísimas que llegan hasta el fondo del valle. La parte alta del circo está llena de edelweiss, y un poco más debajo de lirios. Pasamos a la altura del Tozal del Mallo y podemos apreciar su verticalidad.

Tozal del Mallo
Fueron cuatro días duros pero muy satisfactorios, probablemente una de las mejores experiencias en Pirineos que he tenido. Recomiendo, si estáis medianamente en forma, que al menos, visitéis el Cañón de Ordesa.

jueves, 9 de febrero de 2012

Italia III: Ravenna


Basílica de San Vitale

Basílica de San Vitale
Tercera y última ciudad italiana, por el momento, que visitamos. Ravenna es a mi juicio, la más bonita de las tres, en cuanto a monumentos. Se trata de una pequeña ciudad a poco más de una hora en tren de Bolonia. En ella destacan sus monumentos Paleocristianos, que están incluidos en el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Iglesia San Juan Evangelista

La visita que os propongo es conocer estos monumentos paleocristianos, en los que destacan sus mosaicos, y un par de iglesias más. Empezamos por la iglesia de San Juan Evangelista. Se trata de una iglesia del siglo V, construida por la emperatriz Galla Placidia y en la que los mosaicos fueron destruidos a lo largo de los siglos.



Basílica San Apolinar Nuevo
Basílica San Apolinar Nuevo
Cerca de esta iglesia, en la Via di Roma, se encuentra la Basílica de San Apolinar Nuevo. Está decorada con numerosos mosaicos en la parte superior. Fue dedicada al culto ariano y modificada tras la victoria de los bizantinos sobre aquellos.

Baptisterio Ariano
Baptisterio Ariano
La próxima parada es el Baptisterio Ariano. Construido en el siglo VI junto a la catedral ariana del Espíritu Santo. Destaca el mosaico de la cúpula, es una copia del Baptisterio Neoniano que veremos después. Se trata del Bautismo de Jesús.

Cripta Iglesia San Francisco
Museo Arzobispal
Ahora nos dirigimos a la iglesia de San Francisco. Se trata de un complejo con dos claustros, una gran iglesia y la tumba de Dante, el de la “Divina Comedia”. Dentro de la iglesia destaca la cripta de San Francisco, perteneciente a la iglesia original del siglo V, conserva algunos mosaicos en el suelo cubierto por el agua.



Baptisterio Neoniano


Baptisterio Neoniano
Nuestro camino nos lleva al Baptisterio Neoniano y al Museo Arzobispal. Este último es un interesante museo donde se conservan esculturas y mosaicos. En cuanto al Baptisterio Neoniano, se trata de una construcción de finales del siglo IV decorado con exquisitos mosaicos del siglo V. En el centro hay una pila bautismal, y en el centro de la cúpula un mosaico del bautismo de Jesús.

Basílica di San Vitale
Basílica di San Vitale

Basílica di San Vitale

Basílica di San Vitale

Basílica di San Vitale
En la parte norte de la ciudad se encuentra un complejo donde destacan la Basilica di San Vitale y el Mausoleo de Galla Placidia. La basílica es un edificio octogonal consagrado a mediados del siglo VI. En su interior hay otro octógono y, probablemente, los mejores mosaicos cristianos de finales de la Edad Antigua. Tengo que decir que es una de las obras del ser humano que más me han sobrecogido, solo por ver esta basílica merece la pena venir a Ravenna. En cuanto al Mausoleo de Galla Placidia, se trata de un pequeño edificio en cruz latina del siglo V, recubierto enteramente por mosaicos con símbolos cristianos.

Mausoleo de Galla Placidia

Mausoleo de Galla Placidia
Mausoleo de Galla Placidia


















Para terminar la visita nos queda la fortaleza, que actualmente es un parque y el mausoleo de Teodorico. Con esto dejamos Italia… por el momento.